El antiguo poblado de Sancti Petri, desdibujado y despoblado tras la desaparición de la industria pesquera allá por los años setenta, pasó el testigo al Novo Sancti Petri, reconvirtiendo este privilegiado enclave en punto de referencia del turismo vacacional. Por su entorno natural, sus codiciadas playas, campos de golf y también por su densa historia es hoy uno de los destinos más recomendables para disfrutar de unos días de descanso en la reconocida Costa de la Luz gaditana.
Y es que sobran motivos para reclamar la atención del viajero. Por sus esmeradas y modernas infraestructuras para el alquiler vacacional, su amplia oferta hotelera y servicios, centros comerciales, espacios de ocio y animación y también por su exquisita gastronomía, entre otras, son algunas de las claves por las que Novo Sancti Petri se encuentra entre los destinos turísticos mejor valorados y demandados tanto por turistas nacionales como extranjeros, fuera y dentro de temporada.
En periodo estival, a buen seguro, sus playas son parte esencial de la actividad en torno a este renovado complejo turístico. Sus referencias más próximas, aunque no las únicas: la Playa de La Barrosa y la Playa de Sancti Petri, separadas por el Farallón de Laja Bermeja, ambas incluidas dentro del término de Chiclana de la Frontera.
Por su amplitud, de más de cinco kilómetros de fina arena, la Playa de La Barrosa tiene dos tramos bien diferenciados. Por una parte, la más próxima al casco urbano, en la que se concentran todos los servicios, establecimientos, paseo marítimo y restaurantes; y otra más alejada que le confiere un aspecto mucho más virgen, con espacios naturales de alto valor ecológico, dunas y pinares para quienes buscan un contacto más cercano con la naturaleza. Al igual que su vecina, la de Sancti Petri, sigue ostentando el distintivo de Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa. Esta algo menos extensa, de unos dos kilómetros de longitud, que en horas de marea baja queda comunicada con la anterior, por lo que su acceso es posible andando por la misma playa. Se encuentra ubicada en las proximidades del antiguo poblado de pescadores atuneros, llegando el límite hasta los parajes naturales de Las Marismas y Punta Boquerón. Además de albergar el puerto deportivo y pesquero, es ideal para la práctica de infinidad de deportes náuticos, paseos en barco, windsurf, vela, kayak, etcétera.
Pero para culminar una jornada de sol y mar por las inmediaciones de Sancti Petri nada mejor que dejarse llevar por la magia que desprenden sus atardeceres, ya que, al terminar el día, la costa gaditana nos regala las mejores puestas de sol que podamos contemplar en nuestro perímetro peninsular. Mas, por su proximidad, en nuestro visita a la Costa de la Luz, en la provincia de Cádiz tendremos la oportunidad de disfrutar de otras localizaciones costeras que merecen especial mención, como las playas de Zahara de los Atunes, las surferas de Tarifa, con su idílica playa de Bolonia y la Playa de Valdevaqueros; y la de Rota, Costa Ballena; entre otras maravillas que se dispersan por esta porción occidental de Andalucía.
Golf Novo Sancti Petri
Aunque no son solo sus playas y atardeceres el único aliciente del Novo Sancti Petri. Este proyecto turístico toma especial reconocimiento por parte de los amantes del golf. No en vano fue el internacional Severiano Ballesteros el encargado de diseñar los recorridos del Real Novo Sancti Petri Golf Club, toda una obra maestra que aprovecha la excepcional orografía del terreno entre dunas y pinares. Dispone de buenas instalaciones para prácticas, además de contar con cincuenta y cuatro hoyos divididos en dos recorridos, denominados el Mar-Pinos y Centro. Otras instalaciones para golfistas que se localizan por las inmediaciones son los campos de Sancti Petri Hills Golf, Golf La Estancia y Family Golf Park.
Patrimonio natural, histórico y cultural
Punta de lanza del patrimonio histórico y cultural de Sancti Petri es su castillo, visita inexcusable durante la estancia, son impresionantes las vistas que ofrece desde la costa al atardecer. Por otra parte, también es posible disfrutar de visitas guiadas, existen distintas opciones para llegar hasta la isla y disfrutar de una jornada por las inmediaciones de la fortaleza. Cabe destacar que en tiempos era un enclave estratégico de defensa para proteger de las invasiones la entrada al caño de Sancti Petri en tiempos de nuestra primera Constitución de 1812.
Otro singular ejemplo patrimonial, también situado en el islote, es el Templo de Hércules, considerado como uno de los grandes centros religiosos de la Antigüedad. Es de origen fenicio y fue construido en nombre del dios Melqart. Algunos autores clásicos datan su origen en el siglo XII a.C. Su fama se extendió, siendo referida su existencia por muchos escritores del pasado.
Por parte de su entorno natural adquieren relevancia las Marismas y Punta del Boquerón. Las primeras de gran valor paisajístico por ser uno de los pocos humedales que no llegaron a ser explotados como salinas, además de por su enclave estratégico a medio camino entre el estrecho de Gibraltar y el Parque Nacional de Doñana, es de gran importancia para multitud de aves acuáticas en sus migraciones.
Cierran las Marismas la conocida como Punta Boquerón, que forma una línea natural de dunas en un espacio totalmente virgen que emerge del Atlántico. Existe la posibilidad de recorrer un sendero que ofrece panorámicas excepcionales del entorno, en el que se descubren restos de construcciones fenicias y romanas y ruinas de las baterías utilizadas durante la Guerra Civil, como la de Urrutia, motivo por el que fue declarada Bien de Interés Cultural. En definitiva, pequeños detalles de su pasado que invitan a ser disfrutados en su presente.