La fabrica BMW (siglas en alemán de: Bayerische Motoren Werke, «Fábricas Bávaras de Motores») es un fabricante alemán de automóviles y motocicletas, cuya sede central se encuentra en la ciudad alemana de Múnich. De modo que uno no puede dejar de visitar este original museo si pasa por la capital secreta de Baviera, aunque se encuentre un poco alejado del centro de la villa.
No hay que olvidar que la famosa marca de automóviles BMW nació en 1913 para producir motores de aviones como el que aparece expuesto en este Museo, y no coches y motos como se conoce hoy día. Ya puestos a desvelar todos sus secretos diré que el primer vehículo producido por BMW no fue un coche, sino una moto. En 1918 se encontraban a la cabeza de esta marca los ingenieros Karl Rapp, Max Friz y Franz Joseph Popp, tres hombres que en principio no parecían demasiado interesados en la construcción de motocicletas, sin embargo, el tiempo les hizo cambiar de opinión.
Este fascinante museo fue inaugurado en 1973, y cuenta con 5000 m2 de exposición y 125 “obras de arte” relacionadas con el mundo de BMW. El edificio en sí lo preside una alta torre denominada “Cuatro Cilindros”, que alberga las oficinas centrales; así como una cúpula semiesférica que fue la sede de este museo desde hace más de 40 años. Además, frente a su puerta principal hay un conjunto de relucientes motos ancladas al suelo para que los paseantes puedan subirse y sentirse pilotos por unos segundos.
Quiero decir que la exposición de coches y motos, además de otras piezas aquí expuestas, no sigue un clásico itinerario cronológico sino que apunta líneas de desarrollo en un escenario que sugiere movimiento, dinamismo e investigación. Efectivamente, aunque el objetivo declarado es que el museo asemeje un tramo urbano (incluso el suelo está hecho de un pulido asfalto de carretera), la sensación que da es como estar metido en un laboratorio gigante que girase sobre distintos ejes y nunca alcanzase un punto de equilibrio definitivo.
Como ya he comentado al principio, el Museo BMW expone 125 piezas originales, repartidas en 25 zonas del mismo, y la evolución de los productos expuestos refleja más de 90 años de esta marca. Uno de los motores de avión que se exponen aquí es el BMW 801 que fue de los más importantes de la industria alemana. Contaba con 1.467 kW, unos 2.000 cv, y llevaba un motor doble. Se instaló, entre otros modelos, en los aeroplanos Focker-Wulf Fw 190 y Junkers Ju 88. Y no hay que olvidar que los vehículos del futuro también están presentes en la exposición de este Museo.
En 1980 la marca BMW conmocionaría el mercado lanzando un extraño artefacto que maravillaría al público y a los críticos. La R80 G/S, una moto de enduro en apariencia pero con un enorme motor de 800 c.c. Nacía así un concepto nuevo, el de la maxi trail. En la sala dedicada a los éxitos deportivos también descubro la mítica R80 G/S con la que Hubert Auriol ganó la edición de 1981 del famoso Rally París Dakar, al que tuve la suerte de asistir en varias de sus etapas, además de haber viajado por varios países de África en una joya como esta. La idea de una moto capaz de circular por todos los terrenos ha tenido tanto éxito que todas las marcas tienen hoy una gran trail en su catálogo, aunque es BMW la reina de esta categoría desde hace más de 30 años.
Horarios del Museo BMW Múnich
De Martes a domingo entre las 10:00 y las 18:00 horas. www. bmw-welt.com y www.bmw.es
