Unas trescientas madres reproductoras de oveja xalda se censan hoy día en Asturias. La que fue considerada una raza muy importante dentro de la economía de los caseríos, se encuentra en peligro de extinción.
Hoy día, se censan unas 300 madres reproductoras de esta raza autóctona de oveja asturiana. Gracias a la Asociación de criadores de Oveya Xalda Asturiana (Acoxa), se ha conseguido, al menos, mantener este número de reproductoras. En otro tiempo proporcionaba lana, carne y leche a un buen número de familias que vivían en los caseríos. Sólo hay que echar una ojeada a los anales de la historia para encontrar una amplia cabaña de este tipo de ovejas en Asturias. A comienzos del siglo XX, había censadas más de medio millón de Xaldes en toda la geografía asturiana. El tamaño de esta oveja asturiana provocó a lo largo del siglo XX su sustitución por otras razas de mayor envergadura. De ahí que comenzara a disminuir la cabaña.
El reconocimiento de la Unión Europea de la Xalda como raza autóctona y el afianzamiento de la Asociación de Criadores de Oveya Xalda Asturiana (Acoxa), está permitiendo paulatinamente la recuperación de esta oveja.
Con las mismas características que la Xalda (hocico, cornamenta de los machos, color negro) existen otras razas atlánticas como la Ouessant en Bretaña; la Black Wales en Gales o la Morite en Escocia. Todas ellas pertenen al tronco celta de ovejas. En la Península Ibérica, además de la Xalda, la oveja de la montaña oriental de Galicia (Lugo y Orense), la Berciana y también la Mirandesa, en el norte de Portugal, son las razas que pertenecen a este mismo tronco.