Galicia es perfecto para todo. Es uno de los destinos turísticos que más turismo nacional atrae. La forma de vivir, las actividades acuáticas atractivas como el surf, sus gentes, su gastronomía, sus leyendas y sus tradiciones hacen que esta región sea única.
A pesar del clima más frío que el resto del país, suele ser un buen destino en las vacaciones de verano para evitar pasar calor en cualquier otro sitio. De hecho, cada vez más son las personas que deciden alquilar un barco en Galicia y recorrer sus alrededores conociéndolo desde ese mar tan querido por los gallegos.
Pasar las vacaciones a bordo de un barco siempre es una experiencia que hay que hacer, al menos, una vez en la vida. Aunque al principio pueda resultar incómodo en el pensamiento, existen barcos que tienen todo tipo de comodidades, que no son nada estrechos y que están pensados precisamente para poder estar en ellos día y noche.
Si te decantas por este plan y alguien con el que viajas tiene el PER, podría llevar el barco, pero siempre es más fácil y relajado tener un patrón a bordo, sobre todo si se va a estar más de dos días. De esta forma no tendréis que preocuparos por nada más allá de disfrutar de los paisajes, de los amaneceres y atardeceres y de las tardes en el puerto al que lleguéis.
Eso sí, hay que tener en cuenta que el agua está más fría en alta mar, aquí no hay que llevarse sorpresas. Si las playas de Galicia normalmente ya cuentan con un agua muy fría, no es de extrañar que en mitad del mar lo esté aún mucho más.
En cualquier caso, bañarse en un agua helada también es una experiencia que hay que hacer y a la que muchas personas les gusta.
Igualmente te recomendamos que, si te apetece navegar en esta zona, hagas tu reserva para el alquiler con mucho tiempo de anticipación pues no hay tantos barcos para alquilar en Galicia, es recomendable hacerlo cuatro o tres meses antes de las fechas de alquiler.
A continuación, proponemos un recorrido en velero en Galicia que te puede llamar la atención, sobre todo porque está centrando en las Rías Baixas, una zona muy peculiar que no suele dejar indiferente, por sus paisajes, su tiempo y sus referencias culturales.
1. Zarpa del puerto de Vigo hasta Baiona. Baiona es un pueblecito pintoresco, además de su playa, – donde el agua no está tan fría – puedes perderte por su casco histórico, sus calles empedradas o ir hasta el Parador.
2. Baiona en velero de alquiler– Playas de la Ría de Vigo. Playa Nerga, Playa Barra o Playa Robaleira son lugares en los que merece la pena parar y pasar un rato, por sus aguas turquesas y cristalinas y su arena blanca.
3. Amarra en Ría de Aldán. Con multitud de playas que visitar y un paisaje único.
4. Isla de Arousa para tu crucero. La armonía de la naturaleza y el mar se vuelven únicas, encontrándose una reserva natural. Además, si se da la ocasión, es interesante visitar el pueblo de Cambados que se encuentra muy cerca.
5. Isla de Ons en barco. Parada obligada, tanto para estar en sus playas como para darse un paseo por todas las rutas de senderismo que existen.
6. Navega en las Islas Cies. Es la llamada Islas de los Dioses. Junto a Sálvora está muy protegida y no permite tantas visitas al día para preservarla. Las Cíes están formadas por Monte Agudo, O Faro y San Martiño que merecen la pena visitar.
7. De vuelta al Puerto de Vigo. Recuerda apartar un poco de tu tiempo al final del crucero para preparar la entrega del barco, deberás limpiarlo y reabastecer el tanque de combustible y agua para después poder hacer check out.
