¿Te has parado a pensar alguna vez en que siempre que hay un cumpleaños o algún encuentro, ya sea de empresa o familiar, hay jamón de por medio? Este producto es uno de los más valorados en España y es muy fácil de combinar.
No sabemos a ciencia cierta qué es lo que lleva a la gente a poner jamón en cada uno de los festejos que organizan, aunque imaginamos que eso será por su sabor, completamente irresistible. De lo que sí estamos seguros es de que los fabricantes y productores de jamones han acertado más que ninguno eligiendo negocio. Y es que da igual lo mal que pueda estar el mundo, porque en la mesa siempre habrá un hueco para el jamón.
Beneficios del jamón
Más allá de la felicidad que aporta un buen trozo de jamón de Los Pedroches con un currusco de pan, este ingrediente, indispensable en muchos platos de nuestra gastronomía, es una gran fuente de proteínas, capaz de aportar minerales y vitaminas necesarias para nuestro organismo.
De hecho, uno de sus beneficios nos acerca de nuevo al concepto de felicidad que abordábamos antes. Su alto contenido en vitamina B1 ayuda, a quien lo consume, con el estrés y la ansiedad. En resumen, nos hace estar mucho más contentos.
Asimismo, y al contrario de lo que algunos puedan pensar, su digestibilidad es muy sencilla debido al poco colágeno que tiene, perdido en su mayoría durante el proceso de maduración.
Y si hablamos de su composición nutricional, algo que en los tiempos interesa a gran parte de la sociedad, hay que señalar que esta depende del tipo de jamón que consumamos. Es decir, varía en función de la raza, la alimentación y la edad de los cerdos de los que procede. Aunque, en líneas generales, contendría unos 30 gramos de proteína por cada 100 gramos de producto.
¿Qué de importante es maridar bien el jamón?
Antes de responder a esta pregunta, hay que dejar claro que el jamón está rico siempre. Sea como sea que lo consumes, seguro que disfrutas cada bocado como si fuera la última vez. Pero eso no quita que se pueda mejorar.
Una de esas mejoras viene condicionada, directamente, por el vino con el que decidamos maridar nuestro jamón. Y, como sabemos que esto no es nada sencillo, aquí te dejamos una serie de pistas para que aciertes comprando el vino con el que vas a acompañar al jamón en alguna de tus celebraciones (o en todas).
Que vino y jamón combinan, está claro. Y ese es, probablemente, el mayor problema al que nos enfrentamos a la hora de escoger el vino, porque sea el que sea que nos den, lo disfrutaremos como si fuera el perfecto para ese trozo de jamón. Sin embargo, para tener una experiencia gastronómica completa es importante conocer que, por ejemplo, los vinos tintos jóvenes son la mejor opción para los jamones Gran Reserva.
Del mismo modo, los conocidos como vinos generosos, que serían el manzanilla o fino, pegan más con el jamón serrano en general por la forma en que consiguen sacar sus matices. Y, si no somos del todo amantes del vino, el cava siempre está ahí para echarnos una mano. También con este producto, del que potencia su sabor a la vez que le añade frescura.
Recetas con el jamón como protagonista
Hablar de recetas posibles con el jamón como ingrediente principal es, básicamente, abrir un agujero negro de opciones infinitas. Por supuesto que aquí hablaremos de algunas opciones, tanto para verano como para invierno, pero tendremos que dejar algunas que nos gustan fuera. O, si se os ocurre alguna, añadirla a los comentarios. Pero… ¡cuidado! No valen los bocadillos de jamón. Sabemos que esa delicia no hace falta ni mencionarla. Es siempre un éxito asegurado.
Melón con jamón. Esta es, sin duda, una de nuestras recetas favoritas del verano. Aparte de ser muy sencilla porque no lleva ningún tipo de cocinado, la fusión de estos dos ingredientes es hasta difícil de describir de lo maravillosa que es. Eso sin hablar de que es un plato de lo más healthy.
Burrata con kiwi y jamón. ¿Quién dijo que el jamón engorda? Porque nos reímos nosotros de ellos con estas recetas más que saludables. Además, son tan sencillas que incluso el que no sepa cocinar podrá triunfar ante sus amigos con este plato. Para su elaboración, solo tendrás que pelar el kiwi, cortarlo al igual que el jamón en trocitos y, por último, colocar la burrata encima. Si quieres puedes usar además lechuga en su base.
Croquetas de jamón y huevo duro. Si hay un plato del que se pueden sacar mil versiones, ese son las croquetas. Y es que, conociendo su base, se puede rellenar de cualquier cosa. Sin embargo, las que más se consumen tanto en establecimientos como en casa son las de jamón, que son un éxito asegurado. Esta vez, te animamos a darle una pequeña vuelta de tuerca y hacerlas con huevo duro cortado en cachos grandes en su interior.
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