El Losino se caracteriza por ser de talla pequeña, negro, de largas crines. Autóctono de la provincia de Burgos, se ha valorado positivamente desde hace años por sus excelentes cualidades y belleza.
Hoy en día podemos encontrar caballos en casi cualquier rincón del mundo. Eso sí, exceptuando los polos. La distribución de los caballos es artificial, ya que fuimos nosotros quienes los introdujimos en Australia, América y otros continentes.
Son muy pocas las regiones que pueden presumir de conservar una raza de caballos autóctona. Castilla y León es una de ellas. Esto se debe a que en la provincia de Burgos, en los montes de Pancorbo, vive aún el caballo losino.
Losino, autóctono de Castilla y León
Este caballo no solamente es autóctono y descendiente directo de los prehistóricos que habitaban el territorio. Digamos que lo que ahora conocemos como Burgos. Losino vive de la misma forma que lo ha hecho siempre: en libertad.
Estos caballos tienen un bonito color negro, son de poca alzada y tienen largas crines y colas de una resistencia inusual. Además, pasan toda su vida en las sierras de Pancorbo, donde soportan duros inviernos burgaleses y se defienden de los lobos.
Contemplar las manadas de caballos losinos en Pancorbo es una grata experiencia. Esta raza, auténtica reliquia viviente, está en trance de desaparecer debido a la falta de interés en su uso. La utilidad tradicional de estos animales fue la de montura, tiro ligero o labores agrícolas. Sin embargo, el motor lo relegó de sus funciones y sus ganaderos no fueron capaces de encontrarles otra alternativa.
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