El Brand Bidding se refiere a la práctica de pujar por la marca de un competidor como palabra clave en las plataformas de publicidad online. Esto significa que cuando un usuario busca una marca determinada, puede aparecer un anuncio de la competencia en los resultados de la búsqueda, desviando potencialmente el tráfico de la marca original. Se trata de una práctica controvertida: algunos anunciantes la utilizan para aumentar su visibilidad y obtener una ventaja competitiva, mientras que otros la consideran una táctica cuestionable que puede dañar la reputación de la marca y la confianza de los clientes.
Enel centro del debate entorno al brand bidding está la idea del valor de marca. El valor de marca se refiere al valor que una marca tiene en la mente de los consumidores, incluida su percepción de la calidad, fiabilidad y confianza de la marca. El valor de marca se construye a lo largo del tiempo mediante una combinación de marketing, publicidad, calidad del producto y servicio al cliente. Las licitaciones de marcas pueden dañar potencialmente el valor de la marca al confundir o engañar a los clientes y erosionar su confianza en la marca original.
Los ofertantes de marcas suelen pujar por las marcas de la competencia para captar la atención de los clientes potenciales que buscan esas marcas. Esto puede ser especialmente eficaz si la marca original no puja por su propio nombre o si no ocupa un lugar destacado en los resultados de búsqueda. Al pujar por el nombre de una marca de la competencia, los licitadores pueden desviar el tráfico de la marca original hacia su propio sitio web.
Sin embargo, esta táctica también puede ser contraproducente. Los clientes pueden sentirse confundidos o incluso molestos si hacen clic en un anuncio de una marca distinta de la que estaban buscando. Esto puede dar lugar a una percepción negativa de la marca ofertante y dañar potencialmente su propio valor de marca.
Además, algunos motores de búsqueda y plataformas publicitarias imponen restricciones a las pujas de marca. Por ejemplo, las políticas de AdWords de Google prohíben pujar por términos de marca de un competidor en determinadas circunstancias. Otras plataformas, como Bing Ads y Yahoo Gemini, tienen políticas similares.
A pesar de estos riesgos y restricciones potenciales, las pujas de marca siguen siendo una táctica popular entre algunos profesionales del marketing. Puede se runa forma de obtener una ventaja competitiva en mercados saturados o de dirigirse a segmentos específicos de clientes. Sin embargo, es importante que las marcas consideren cuidadosamente los riesgos y beneficios potenciales de la licitación de marcas antes de decidirse a seguir esta estrategia.
Si una marca decide participar en una licitación de marca, debe tomar medidas para minimizar el daño potencial a su propio valor de marca. Esto puede incluir ser transparente sobre su propia marca y mensajes en sus anuncios, así como asegurarse de que sus páginas de destino proporcionan información precisa y relevante a los clientes.
En conclusión, el brand bidding es una táctica controvertida que puede dañar el valor de la marca y la confianza de los clientes. Aunque puede ser una forma eficaz de obtener una ventaja competitiva, las marcas deben considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de decidirse a seguir esta estrategia. Tomando medidas para minimizar el daño potencial a su propio valor de marca, las marcas pueden utilizar potencialmente el brand bidding como parte de su estrategia global de marketing y publicidad.