¿Hay algo mejor que un buen masaje para recargar pilar? Destensar todo el cuerpo a través de diversos movimientos no solo mejorará tu estado físico. También lo hará con tu salud mental.
Vivimos en un mundo que va a demasiado rápido como para que nos de tiempo a asimilar todo lo que presenciamos o sentimos. Si no llegamos tarde a trabajar, estamos pensando en qué necesitamos coger en el supermercado o a qué hora hay que ir a recoger a los niños del colegio. Ese ritmo frenético nos afecta psicológicamente. Por lo general, estamos más tensos, nos enfadamos con más facilidad y, si no logramos cumplir alguno de nuestros «objetivos» diarios, nos decepcionamos.
Sin embargo, no todo el estrés lo almacenamos en la cabeza. También lo hacemos en el cuerpo. Se nos carga la espalda, nos duelen las piernas… pequeñas cosas que a veces no entendemos pero que afectan a nuestro rendimiento. De ello, son conscientes cada vez más los entendidos de la salud, que insisten en la importancia de cuidar nuestro cuerpo. Y, ¿qué mejor que hacerlo con un masaje thai, también llamado, thai massage?
El masaje thai y otras formas de relajación
Ya hemos dejado claro la importancia de tomarnos un tiempo para cuidar nuestro bienestar. Ahora lo que necesitamos saber es de qué formas, más allá de la alimentación o el deporte. Es por ello que nos gustaría hablar acerca del masaje thai, un masaje que en tailandés se traduce como «masaje a la antigua usanza» y que se centra en el estiramiento y la profundidad. Además, se realiza generalmente en el suelo y el paciente está vestido en todo momento, aunque con ropa cómoda que permita la movilidad. Es tan bueno que se realizan muchos masajes tailandeses en Madrid.
Este que os comentamos, por ejemplo, es uno de los más conocidos, pero no el único. Existen otra serie de masajes que pueden variar ligeramente, y así ocurre, en función del paciente. Es decir, no va a ser lo mismo tratar a una persona joven y deportista que quiere destensar su espalda, que a una de mayor edad y que ha sufrido alguna operación en esa zona. Por ello, cuando vamos a ir a algún tratamiento de este tipo, hay que tirar por lo seguro y buscar el mejor masaje tailandés de Madrid o consultar a tus amigos o conocidos.
Para que tengas una ligera idea de lo que puedes encontrar en este tipo de establecimientos, aquí te dejamos unos ejemplos:
Masaje deportivo. Indicado para prevenir o aliviar lesiones, su objetivo es mantener los tejidos en buen estado para que no sufran a la hora de realizar sobre esfuerzos como podría ser un entrenamiento de fuerza o una competición.
Masaje aromaterapia. Más enfocado a personas que sufran de migrañas, estrés, insomnio o ansiedad, este tipo de masaje usa principalmente aceites con esencias como romero o lavanda, los movimientos que interfieren en él son suaves y su objetivo, claramente, es la relajación.
Tratamiento Reiki. Aunque menos conocido, es ideal para «vivir con más calma». Esto quiere decir que te ayuda a aliviar las malas energías y a relajar zonas del cuerpo que están tensas, por ejemplo, por una ruptura reciente o algún problema que nos preocupa en demasía.
Masaje post confinamiento. Seguro que tras meses encerrado, notaste que te dolía todo tras volver de ese primer paseo que todos tuvimos en su momento. El coronavirus ha causado muchos problemas a la población, ya sea estrés, ansiedad… Las enfermedades mentales han salido a la luz y eso también se refleja en nuestro cuerpo. Por eso, este masaje, que se concentra en las cervicales, las escápulas y la espalda para lograr relajarnos (aunque sea un poco).
Beneficios de los masajes
Hay quien considera los masajes parte de la medicina, y hay quien no lo hace. Por lo general, esto se debe a que muchas veces nos ponemos en manos de gente que no está especializada en ello y eso puede tener consecuencias muy negativas en nuestro cuerpo. Sin embargo, si logramos dar con un equipo bueno de masajistas, podemos disfrutar de todos los beneficios que conllevan los masajes, como la reducción del estrés o del dolor, la mejora de la circulación y la función inmunológica o la disminución de la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
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