Seguro que todo el mundo sabe que Colonia es una de las ciudades más cautivadoras de la Europa central. Que ofrece la combinación ideal de un atractivo río, el Rin, con un encantador centro histórico, además de lo mejor de la cultura alemana. La historia nos recuerda que los romanos fueron los primeros en reconocer el potencial de esta urbe en el año 33 a.C., la cuarta más grande de Alemania.
Se dice que si hay algo que da alegría de vivir, y una pasión por la fiesta, seguro que es gracias a los habitantes de Colonia. Y es que Colonia es algo más que una ciudad que nace del corazón. Se trata más bien de un sentimiento, o de una forma de enfrentarse a la vida mirando siempre el lado positivo. Y por ello, la ciudad cuenta además con un montón de cosas famosas, como es su Catedral, el Carnaval, la cerveza «Kölsch», diferentes museos y mercados… y un montón de edificios religiosos como podemos admirar en el Kolumba. Pero también ofrece un pequeño y popular Casco Antiguo que es impresionante, y un impresionante río que es el Rín.
En el centro de Colonia se encuentran las más famosas y auténticas cervecerías. La mayoría de ellas se encuentran junto al antiguo mercado y en la Plaza Heumarkt, que como es de cajón sirven su cerveza local “Kölsch”. Lógicamente ésta fresca rubia va siempre acompañada de especialidades de Renania, bajo un ambiente muy relajado, amable y alegre. Cada tipo de cerveza tiene un sabor, por lo que merece la pena probar varias ya que se lleva elaborando este brebaje desde el año 874. Hoy, la consumición anual de esta cerveza es aproximadamente de 3 millones de hectolitros.
No muy lejos de esta zona de Colonia podremos pasear por el Barrio Viejo de la ciudad que recorre un trayecto con más de 2000 años de historia. En pocas manzanas a la redonda están concentrados muchos de los lugares de interés turístico de la ciudad. Un barrio que es conocido a nivel mundial ya que está enmarcado por grandes monumentos históricos, culturales y arquitectónicos como lo demuestran los puentes de Deutzer y Hohenzollern, la iglesia románica de San Martín, y la Catedral de Colonia. Una de las atracciones que merecen la pena es un grupo de viejas y coloridas casas, apretadas unas a otras, con incontables restaurantes, cervecerías, bares y tabernas que invitan a los viajeros a pasar el rato en las estrechas calles adoquinadas de este hermoso barrio.
Y por fin llegamos al Rin, o Rhein, uno de los ríos más antiguos de Europa y la vía fluvial más importante de la U. E. Es además un río cargado de historia, y desde 2002 se ha añadido a la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sus orillas bañan magníficos escenarios con pintorescos castillos y una legendaria roca conocida con el nombre de Loreley siempre cargada de leyendas. Pero además cuenta con un puente que es uno de los más bonitos de Europa, decorado con miles de flores, lo que hace que sea el orgullo de Colonia.
Caminando por el centro de la ciudad llegamos a Kolumba, un museo de arte sacro de la Archidiócesis de esta hermosa urbe. El edificio está situado en Kolumbastraße número 4, y es una construcción moderna que fue realizado por el arquitecto suizo Peter Zumthor. Está dedicada a Santa Columba, y se encuentra muy cerca de la Catedral. También en pleno centro encontramos el Museo Ludwig que alberga, quizás, la colección más fina de arte moderno de Alemania. Pero también es posible contemplar obras de grandes genios del arte Pop como es el caso de Andy Warhol, y de impresionistas de la talla de Renoir, Monet y Van Gogh, sin olvidar una serie de obras del maestro Pablo Picasso. Como una mención especial, destaca la obra La Gare de Perpignan, de Salvador Dalí.
Para finalizar este pequeño recorrido por la ciudad de Colonia, decir que también merece la pena visitar el museo Römisch-Germanisches, o lo que es lo mismo, Museo Romano-Germánico, considerado como uno de los centros arqueológicos más importantes de Alemania. Aquí se exponen algunos de los hallazgos romanos encontrados junto a la rivera del Rin, y ofrece piezas de 2.000 años de historia. Pero todo hay que decirlo, los principales elementos que destacan de este museo que se encuentra en Roncalliplatz, 4, son un mosaico Dionisio que cubre casi 70 metros cuadrados, y la tumba reconstruida del legionario Poblicius. Este edificio se levantó sobre los restos de una villa romana y exhibe el legado arqueológico más importante de Colonia y sus alrededores, desde la Prehistoria hasta la Alta Edad Media.
