Junto al río que le da nombre y sobre un suelo de antiguas bodegas se levanta Aranda, capital de la comarca vinícola de la Ribera del Duero. Una ciudad histórica y que también ha destacado por su muy apreciada gastronomía.
Ciudad próspera y punto neurálgico en las comunicaciones con Madrid, Burgos y Valladolid. Buena parte de su economía depende del turismo atraído inevitablemente por su monumentalidad y por su buen hacer en los fogones, donde el rey es el asado, acompañado del vino de Ribera. El reconocimiento de la Denominación de Origen supuso para sus vinos la entrada en los mercados nacionales e internacionales, en los que ha conquistado un merecido prestigio. Buenos caldos y buenos asados que el viajero puede degustar en cualquiera de los tradicionales asadores de la localidad.
No menos interesante es su devenir histórico. Bajo el reinado de Enrique IV fue corte de Castilla, y en ella el arzobispo Alfonso Carrillo convocó un Concilio que se celebró a finales del 1473 en la Iglesia de San Juan. Es en esta época (siglos XV y XVI) cuando se realiza, entre otras obras, la portada de la iglesia de Santa María la Real, vecina de la iglesia de San Juan, cuya torre sirvió de defensa a la villa.
Otros edificios sorprenden en torno a su Plaza Mayor. Se extienden varias calles que conservan nombres llenos de encanto. Por la calle Barrio Nuevo se llega a la casa de los Berdugo, modelo de mansión señorial construida en el siglo XV. Y a las afueras se encuentra la ermita de la Virgen de las Viñas, patrona de Aranda, “perla, tesoro, Madre y Emperatriz de los arandinos”, como apuntara Silverio Velasco, obispo arandino.
Qué visitar en Aranda de Duero
Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino. Moderna instalación en la que se muestran los elementos más significativos en la arquitectura vitivinícola de la Ribera del Duero.
Iglesia de San Juan Bautista y Museo Sacro. Construcción con fachada gótica en donde tuvo lugar el Concilio de Aranda en 1473. Alberga en su interior el Museo, excepcional colección de piezas religiosas de Aranda de Duero.
Iglesia de Santa María. Obra maestra del gótico isabelino, es una de las mejores muestras del estilo. En su interior destacan la escalera del coro, el púlpito y la capilla de los Salazar.
Museo de Cerámica. Interesante muestra de cerámica tradicional de la Ribera del Duero.
Museo Casa de las Bolas. Colección Permanente Félix Cañada. Se trata de una pinacoteca que muestra obras de diferentes artistas desde el siglo XV hasta la actualidad, todas donadas por el coleccionista Félix Cañada.
Museo del Tren. Cuenta con muchos objetos curiosos del mundo ferroviario, entre otros, una cabeza de AVE.
Alrededores, rutas y espacios naturales
Ruta por las Tierras de Fernán González. Burgos – Cuevas de San Clemente – Hortigüela – Covarrubias – Lerma. El itinerario recorre las tierras del antiguo condado de Lara, uno de los primeros de la primitiva Castilla. Fueron los dominios del legendario Fernán González, en el siglo X, que extendió su influencia de norte a sur y unificó bajo su poder a todos los condados de Castilla. Son muchos los testimonios que siguen recordando al “buen conde” como en los pueblos de Lara, en Covarrubias o en el monasterio de San Pedro de Arlanza.
Valle de Esgueva. Desde la curva de la carretera que asciende desde Encinas de Esgueva hacia Roa, se aprecia una buena perspectiva del valle, definida por la doble fila de chopos y enmarcada por los páramos. En la subida al páramo se tiene la sensación de haber coronado una montaña, algo inusual en este entorno.
LLa Yecla. Estrecha cortadura excavada en la roca por la que apenas entra la luz del sol. Se llega por una desviación desde Santo Domingo de Silos.
Gumiel de Izán. Se encuentra a diez kilómetros de Aranda. Aquí se alza la Iglesia de Santa María, con fachada clasicista y un interesante museo.
Gastronomía en Aranda
La gastronomía es, sin duda, uno de los alicientes por los que más visitas recibe Aranda. Como en otros lugares de esta zona de Castilla, el plato más demandado es el lechazo asado. En este caso precedido de un plato de apetitosos embutidos burgaleses, en el que no faltan las típicas morcillas, siempre acompañando con los caldos de la Ribera del Duero. Y para el postre se recomiendan los quesos blancos y frescos también autóctonos de estas latitudes.
Aranda de Duero y sus fiestas
Bajada del Ángel. Se celebra el domingo de Resurrección. Fiesta declarada de Interés Turístico en la que un niño desciende sujeto por una cuerda para quitar el velo del rostro de la Virgen.
Romería de Nuestra Señora de las Viñas. Son las fiestas patronales de la localidad, que se celebran la segunda semana de septiembre.
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