Descubre uno de los mejores destinos del Mediterráneo a bordo un barco. Ya sea con familia o amigos, no hay quien se resista a una experiencia tan divertida y única.
El alquiler de barcos en Croacia es una de las actividades más recomendadas por todos aquellos que viajan al país. Ya sea en primavera o verano, conocer esta zona de Europa a bordo de un yate, un velero o una golera es una experiencia única que tú y los tuyos jamás olvidaréis.
Y es que esta es una forma completamente diferente de conocer un país extranjero. Una opción divertida que, por lo general, los turistas optan por hacer en lugares costeros dentro de sus propias fronteras, como ocurre tanto en las Islas Baleares como en las Islas Canarias. Sin embargo, alquilar un barco en Croacia es algo relativamente moderno, una idea de finales del siglo XX que no ha dejado de expandirse en forma de empresas de chárter náutico.
¿Por qué un barco en Croacia?
Si te haces esta pregunta, entonces vamos a analizar qué nos ofrece «marítimamente hablando» dicho país. Por ejemplo, su costa, la costa dálmata, abarca hasta 4.000 kilómetros y en ella se ubican más de mil islas e islotes rodeados de pura naturaleza. Además sus precios, incluido el alquiler de yates de lujo, suelen ser algo más bajos que otras opciones de transporte entre islas.
El alquiler de un transporte marítimo de estas características en Croacia permite a quienes estén interesados realizar, entre otras cosas, un viaje desde Dubrovnik hasta Split, las dos ciudades más conocidas y recomendadas del país. Esta ruta, para la que necesitarás un mínimo de 10 días, recorre puntos como la isla de Mljet o la de Vis, la ciudad de Korkula o la de Zadar.
Cómo saber que la embarcación es la adecuada
Cuando hablamos de alquilar un barco en Croacia, no nos referimos a pasar un día de relax. Hablamos de hacer un recorrido que ronda la semana (incluso más) y que nos va a tener sin parar. Todo el rato de un lado a otro descubriendo ciudades. Por eso, es interesante conocer una serie de consejos para alquilar un barco. Es decir, para saber todo lo que necesitas antes de embarcar en esta aventura.
Las fechas. Esto es, probablemente, mucho más importante que el precio. Tienes que asegurarte de que los días en que vas a viajar tengan una buena previsión meteorológica. Del mismo modo, es importante saber los meses en los que suelen realizarse este tipo de travesías.
Presupuesto. Dependiendo de la cantidad de dinero que estés dispuesto a gastar, puedes optar por un barco algo más pequeño o tirar por un yate de lujo con patrón profesional, para así despreocuparte de llevar las «riendas» de la aventura.
¿Qué hace falta? Hay que tener claro, ponerse de acuerdo con los compañeros de viaje, de si vais a comer en los destinos o sí preferís hacer una gran compra y cocinar un poco en el barco. Además, en función de por dónde vayas a navegar, te servirá tan solo el DNI o quizás tengas que tirar de pasaporte.
Qué ver en Croacia
Una vez abordada la parte técnica, toca ponerse manos a la obra y conocer los sitios que sí o sí tienes que pararte a descubrir en tu viaje a Croacia.
Zagreb. Especialmente bonita durante la época navideña, la capital de Croacia es uno de los destinos más recomendados, incluso aunque sus atractivos turísticos no sean muy conocidos. Alejado de la playa, su casco medieval es capaz de encandilar a cualquiera.
Split. Es uno de los imprescindibles y parte de la ruta que os comentábamos unas líneas más arriba. Cargada de historia, de esta gran urbe destaca el Palacio de Diocleciano, de época romana y cuyas ruinas se entremezclan con el casco antiguo.
Isla de Mljet. Poco más de mil habitantes residen en esta pequeña isla en la que se ubica el Parque Nacional que lleva el mismo nombre. Ideal para desconectar en pareja, todo lo que le rodea es naturaleza y alguna isla a la que tendrás que desplazarte con tu barco.
Dubrovnik. Joya del Adriático, es mucho más conocida que su capital. Y es que, aunque Zagreb no tenga nada que envidiarle, esta ciudad es prácticamente un decorado de cine. ¿Lo mejor para descubrirla? Perderse entre sus calles.
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