En la vertiente oriental de la isla, las enormes laderas que forman el Parque Nacional del Teide se van suavizando gradualmente hasta la costa, donde se encuentra el pueblo pesquero de Tajao, referencia gastronómica indiscutible de la costa sur.
Estas piezas, de nombres tan tentadores como la vieja, la cabrilla, el pedregal, la sama, la morena, los salmonetes, el gallo, la bocanegra, el cantarero o el pámpano se exponen el los restaurantes de Tajao. Como acompañamiento: las ensaladas, papas arrugadas, gofio, buen mojo canario y vinos blancos de la tierra, jóvenes y afrutados.
San Miguel de Tajao
Desde el siglo XIX ya se tienen datos de la existencia de un pequeño caserío en la actual ubicación de Tajao. Por entonces los pescadores se asentaban en el lugar denominado como La Caleta, que hacía las veces de embarcadero. Mas la progresiva salinización del agua de los pozos con que contaba hizo que los pescadores se trasladaran al lugar de Tajao tras el descubrimiento de un nuevo manantial. De esta manera los trabajadores del mar y algunos otros vecinos de El Poris fueron construyendo el incipiente puerto de mar.
Este primer embarcadero fue utilizado, principalmente, para el transporte de cargas y viajeros de los alrededores, utilizando pequeñas embarcaciones que también se destinaban para la pesca por el litoral más próximo. En tiempos anteriores, por su ubicación, este asentamiento fue conocido como “La Laja” . Frente a la misma playa, una gran mole de piedra hacía las veces de muelle natural y servía de protección en caso de temporal. La Laja constituía un espectáculo de belleza natural único, hoy se encuentra sepultada por el dique, construido el año 1993 y que supuso un importante lanzamiento económico para el pueblo ya que facilitó enormemente las tareas de la pesca. Los vecinos también conocían este refugio natural con el nombre de “Tabaibarril”. Definitivamente, San Miguel de Tajao toma su nombre por su situación próxima al Barranco de Tajao y de la advocación a San Miguel Arcángel de la pequeña ermita que preside la plaza del pueblo y cuya fiesta se celebra cada año el 29 de septiembre.
Llegado el siglo XX, por la dureza climatológica que soportaban muchos meses del año, se comenzaron a realizar otras labores agrícolas como complemento a los trabajos relacionados con el mar, estas faenas eran desempeñadas por las mujeres de la localidad. Con el paso del tiempo, en la segunda mitad del siglo, se refrescó la economía debido al importante incremento de la pesca del atún. Esto hizo que se renovara la flota pesquera, con la modernización de las embarcaciones y el uso de barcos de mayor capacidad y nuevas formas de pesca. En la actualidad la pesca del atún se sigue practicando auque en menor cantidad.
Actualmente Tajao se ha convertido en el referente gastronómico más destacado de la costa sur de Tenerife, con una importante oferta en restauración, especializada en pescado, la mayor parte procedente de las capturas de los pescadores locales. Como lo es su cocina, llena de sabor y sensaciones, San Miguel de Tajao es una interesante opción para disfrutar de buenos momentos bajo la sombra del Teide.